Es tan poco lo que queda
que este pueblo está muy triste
y los rostros que recuerdo ya no existen.
Hay ventanas canceladas
y unas puertas destruidas.
Otras caras, otras gentes
que caminan entre calles,
esas calles que conducen
hasta el rio y hasta el puente.
Hoy recuerdo a tanta gente:
A mis padres, mis hermanos, mis amigos
de ese pueblo que recuerdo,
que recuerdo y ya no existe.
Solo queda la pobreza de los niños
con sus vientres abultados
y sus perros desnutridos
que una lluvia impertinente los convierte
y lo vuelve todo triste