Esperar sin saber con certeza qué es lo que esperas
parece desgastar tus días.
Hay días que sabes que no puedes más
y ya no esperas, pero vuelve otra tarde,
lo recuerdas y lo esperas.
Y en ese esperar y no se van tus días
arrinconando, unas veces tus cosas en la orilla
y otras, rompiendo con sonrisas
soledades y abandonos.
Y en todo eso está tu razón para la espera
No hay comentarios:
Publicar un comentario