En esa relación de fuerzas oponentes
mi corazón se encuentra limitado:
Si verte es vital y necesario,
existes en otro extremo,
el de las distancias, las tierras y los océanos
y mis manos, que se extienden, no pueden tocarte.
Pero este corazón resiste el entregarse
al fácil camino del olvido
y hace del sueño el milagro de tenerte
al pensarte contigo siempre, siempre, siempre…
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